Vadhakarmadhikarin – Tejashvi Akramakh Validaan.

The war has begun, and with the roar of hell, Vadhakarmadhikarin band from india unleashes his devastating sound offensive in Tejashvi Akramakh Validaan, this is his latest installment, a display of war fury and abysmal chaos. This work is not just an album; It is a hellish battlefield where violence materializes in every riff, in every drum beat, and in every heartbreaking roar.

I listened to this band in a compilation, I listened to those riffs and I said bastard what this shit is, these three men understand what they should do, they are on the line of Tetragrammacide and a touch of Dushkriti, why not!

From the first sound impact, the album drags us into a bottomless pit of despair and destruction, the first song, "Prarambh Rudhi Swash", opens with devastating fury a crush of scratchy guitars, sharpened like blades, cutting the air with deadly precision. The sound of the guitar is dirty, aggressive, an endless tide of quick notes that give the feeling that metal is not only heard, but is experienced as a force of overwhelming aggression, each chord looks like a cannon shot that shakes the foundations of existence itself, as distortions creep like creatures from the depths. The bass, in its shadow role, slides like a predator hidden in the dark. Its presence is almost underground, giving way to an atmosphere of desolation where each vibration feels like a direct blow to the heart. The battery, commanded with inhuman precision, becomes the true war hammer. Blast beats happen relentlessly, like bursts of automatic fire that set fire to everything they touch. The thick, deep drums feel like the rumble of bombs falling from the sky, and the saucers crash like muffled screams from a withered humanity. And Vadhakarmadhikarin's voice is closest to a hellish ritual, the cry is visceral, a blasphemy against existence itself, charged with hatred, despair and disdain, every word thrown is like a curse, like an order of invasion and destruction. The vocalization is harsh, heartbreaking, as if hell itself was whispering through his throat.

As for the atmosphere, it is a sound portrait of despair and chaos that overflows from every corner of the underworld. The production is perfectly built to reflect the noise and terror inherent in the genre. The album feels like a site of incessant battles, a setting where life and death merge into a mass of unstoppable violence.

In short, Tejashvi Akramakh Validaan is a sound offering that survives in the abysmal heart, a testimony of war beyond human understanding where every instrument, every scream, and every percussion explosion comes together to form a hellish war that is both terrifying and glorious. , A decent work, my faithful readers will know that this type of delivery blows my head off an album that not only destroys you, but also drags you into the depths of hell where there is no forgiveness, only the eternity of battle, so I never tire you anymore, go check it out yourself, turn on the fucking volume and blow your eardrums damn !!!

-Witchhammer Fanzine.

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SPANISH:

La guerra ha comenzado, y con el rugir del infierno, Vadhakarmadhikarin banda proveniente de la india desata su devastadora ofensiva sonora en Tejashvi Akramakh Validaan, esta su última entrega, un despliegue de furia bélica y caos abismal. Esta obra no es solo un álbum; es un campo de batalla infernal donde la violencia se materializa en cada riff, en cada golpe de batería, y en cada rugido desgarrador.

A esta banda la escuche en un compilatorio, escuche esos riffs y dije cabron que es esta mierda, estos tres hombres entienden lo que deben hacer, están a la línea de Tetragrammacide y un toque de Dushkriti ¡por que no!

Desde el primer impacto sonoro, el álbum nos arrastra a un pozo sin fondo de desesperación y destrucción, la primera canción, "Prarambh Rudhi Swash", se abre con una furia devastadora un trallazo de guitarras rasposas, afiladas como cuchillas, cortando el aire con una precisión mortal. El sonido de la guitarra es sucio, agresivo, una marea interminable de notas rápidas que dan la sensación de que el metal no solo se escucha, sino que se experimenta como una fuerza de aplastante agresión, cada acorde parece un cañonazo que sacude los cimientos de la existencia misma, mientras las distorsiones se arrastran como criaturas de las profundidades. El bajo, en su rol de sombra, se desliza como un depredador oculto en la oscuridad. Su presencia es casi subterránea, dando paso a una atmósfera de desolación donde cada vibración se siente como un golpe directo al corazón. La batería, comandada con una precisión inhumana, se convierte en el verdadero martillo de guerra. Los blast beats se suceden sin descanso, como ráfagas de fuego automático que incendian todo lo que tocan. Los bombos, densos y profundos, se sienten como el retumbar de bombas cayendo del cielo, y los platillos se estrellan como gritos ahogados de una humanidad marchita. Y la voz de Vadhakarmadhikarin es lo más cercano a un ritual infernal, el grito es visceral, una blasfemia contra la existencia misma, cargado de odio, desesperación y desdén, cada palabra lanzada es como una maldición, como una orden de invasión y destrucción. La vocalización es áspera, desgarradora, como si el mismo infierno estuviera susurrando a través de su garganta.

En cuanto a la atmósfera, es un retrato sonoro de la desesperación y el caos que se desborda de cada rincón del inframundo. La producción está perfectamente construida para reflejar el ruido y terror inherente al género. El álbum se siente como un sitio de batallas incesantes, un escenario donde la vida y la muerte se funden en una masa de violencia imparable.

En resumen, Tejashvi Akramakh Validaan es una ofrenda sonora que sobrevive en el corazón abismal, un testimonio de la guerra más allá de la comprensión humana donde cada instrumento, cada grito, y cada explosión de percusión se une para formar una guerra infernal que es a la vez aterradora y gloriosa. Una obra decente.

Mis fieles lectores sabrán que me vuela la cabeza este tipo de entregas un álbum que no solo te destroza, sino que te arrastra hacia las profundidades de un infierno donde no hay perdón, solo la eternidad de la batalla, así que no te canso más, ve y compruébalo tú mismo, súbele el puto volumen y reviéntate los tímpanos maldito!

-Witchhammer Fanzine.